Consumo local para el cambio social

Consumo local para el cambio social

Pamela Villagra @Villagrita21

Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, por detrás de Brasil, y podría ser, si se lo propusiera, la despensa alimentaria del globo. Eso, claro, si el Estado y todos los actores público privados se propusieran recuperar el campo.

Las cifras que dan cuenta del abandono del agro son alarmantes. Colombia es uno de los países que más alimentos importa, pese a poseer 110 millones de hectáreas cultivables, de las cuales 42,3 están destinadas a actividades agropecuarias y de estas solo se trabajan 7,1 millones. (Datos extraidos del Censo Agropecuario 2016). 

El problema tiene muchas aristas: deterioro del tejido social, escases de alimento, poblaciones abandonadas, analfabetas, escaso desarrollo de vías que conecten pueblos abandonados con la urbe, migración descontrolada hacia la ciudad, colapso de los centros urbanos, entre otras muchas.

Resulta, por tanto, obligatorio volver la mirada a la tierra, porque recuperando la conexión campo-ciudad no solo se mitiga la desigualdad social, si no que se reduce la huella ambiental, aumenta la economía doméstica, se genera apropiación territorial y desarrollo social.  

Un colectivo de jóvenes comprometidos con esa reconexión acaban de lanzar al mercado MUCHO (www.mucho.com.co), una herramienta que permite al consumidor el acceso a productos campesinos, desconocidos, sostenibles y de alto valor gastronómico. 

Se trata de una iniciativa que con el apoyo de Fondo Acción  mejora las condiciones comerciales del campesinado, asegurando sus derechos y construyendo una economía alternativa y solidaria.

MUCHO, cuyo centro de acopio se ubica en el efervescente y gastronómico barrio de chapinero alto,funciona como aplicación digital. Así, desde el móvil, el usuario puede realizar su mercado, recibiendo producto fresco, porcionado y con su receta detallada paso a paso, un valor agregado que permite no solo disfrutar de alimentos olvidados, si no que recuperar el recetario tradicional colombiano. 

Marta Posada, una de las creadoras de MUCHO, explica que los sistemas actuales de abastecimiento de alimentos solo le dejan al campesino entre un 7% y un 11% de las utilidades generadas en el negocio agrícola. El resto, queda en manos de las grandes superficies y los numerosos intermediarios. MUCHO apuesta en cambio por un modelo de repartición justa y social, que arranca en un 60% para los productores y 40% para la plataforma, con una proyección de crecimiento de ventas que le permitan llegar al 80/20. 

Adicionalmente, en alianza con el Fondo Acción fortalecen los procesos productivos, reinvertiendo el 1% de sus ganancias en el desarrollo de los productores, para asegurar la trazabilidad en los alimentos, además de la viabilidad social, ambiental y financiera de las familias campesinas.

En la actualidad, trabajan con alrededor de 13 emprendimientos repartidos por toda Colombia, como Dagoberto Martínez que desde Puerto Asís, Putumayo lidera un grupo de familias piscicultoras que proveen la cachama (pescado). Se calcula que la incidencia de este proyecto traerá beneficios a unas 200 familias campesinas. 

El fomento de la asociatividad con otros actores del sector, en este caso restaurantes aliados que harán parte de la demanda de productos, entre los que se encuentra Minimal, Taquería El Pantera, Diosa Café, Denise Monroy, Leo, La Monferrina, Salvo Patria, Mesa Franca, entre otros, junto a la reducción de intermediarios y el acceso fácil al producto, contribuirán a la rentabilidad del campo, a que sus protagonistas tengan un mejor nivel de vida y puedan diversificar la oferta exportadora.

Al mismo tiempo, el consumidor tendrá la oportunidad de conocer y disfrutar de productos únicos, reservados solo para los restaurantes, una realidad que democratiza los alimentos y permite apropiación y puesta en valor de la despensa local. 

Las autoridades, los empresarios, los actores sociales y, por su puesto, el consumidor final deben apostarle a iniciativas como éstas, que buscan transformar la economía de escala en una social a través del comercio justo y el consumo local. 

No somos pocos los que creemos que comiendo se puede cambiar el mundo. Si es usted uno de ellos, descargue MUCHO, haga su pedido y disfrute de una comida llena de sabor y  justicia.



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