Colombia, tierra de mujeres

Colombia, tierra de mujeres

Por Pamela Villagra | @Villagrita21

Nimia Teresa Vargas, de la red departamental de mujeres chocoanas; Zaida Cotes, guardiana del territorio y conocimiento wayuu en la Guajira, y Dorita Delgado, presidente de la asociación de productores de sacha inchi de Villagarzón, son tres mujeres alejadas geográficamente, que no se conocen, pero que comparten creencias, roles y poder. 

Poder que se manifiesta en la capacidad femenina que es transformadora de realidades. 

Nunca vi nada igual. En Colombia hay una supremacía femenina estimulante, me emociona. Desde la Guajira hasta el Putumayo  son mayoritariamente las mujeres las responsables de transmitir identidad y tradición, de liderar procesos asociativos, de promover la independencia, la paz y la igualdad. 

Han sido pioneras en libertades, en encontrar caminos de conciliación, en empoderamiento y sin embargo, no les hemos puesto la atención necesaria.

El caso de Zaida Cotes, autoridad wayuu, es inspirador. Lleva años fortaleciendo el tejido social y cultural de su región, contagiando con su ejemplo femenino a las nuevas generaciones. Tanto así, que  hoy un 10% de mujeres ocupan un lugar de liderazgo en las comunidades guajiras. ¡Todo un logro!

Nimia, por su parte, lleva 27 años trabajando en la red departamental de mujeres chocoanas. En este tiempo, junto a sus compañeras han montado dos restaurantes, dos tiendas de artesanía y un hotel, creando empleo e incidiendo en los procesos del desarrollo en Quibdó.

Dorita, desde el Putumayo, lidera 52 familias productoras de sacha inchi, todos cultivos de reemplazo de coca y, además, acaba de lanzar junto a 22 emprendedoras de la región un proyecto de gastronomía rural como dinamizador cultural y económico en la comunidad. 

Zaida, Nimia y Dorita son tres de las millones de mujeres colombianas convencidas de que pueden cambiar el mundo comiendo.

No podemos ignorar tan magnífica realidad, ni buscar referentes fuera de las fronteras. Ya no se puede decir que no hay mujeres. 

Es urgente cambiar los paradigmas, creando consciencia sobre los efectos que tienen los contextos de desigualdad y visibilizando el talento femenino.

Colombia, en esto, tiene mucho que decir. 



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